Es precisamente un hueco lo que queda en la persona cuando pierde a un ser querido. Si bien es difícil de aceptar y dimensionar la muerte después del shock de una pérdida, lo que le sigue es la sanación. Esta obra es un recorrido por todas las etapas del duelo en un grupo de amigos; algunos se encuentran en el inmediato estado pasivo percibiendo el hecho como irreal. Están en un estado de ansiedad e irritabilidad, momentos después se están volviendo locos, son impotentes, llega el pánico, el llanto y la sensación de no haber concluido algo… algo relacionado con el ausente. Hay una catarsis colectiva, es una lluvia de profundas e intensas emociones. La danza, el video escénico, el teatro físico y la coreografía integran un discurso claro, fuerte, empático y nacido de la experiencia humana.
El espectáculo, creado por la coreógrafa Laura Arís, para el Centro de las Artes de San Luis Potosí Centenario, cuenta con música original interpretada en vivo, detalle que cierra con broche de oro la experiencia emotiva.
Bailan: Virginia Amarilla, Antonio Salinas, Cristobal Barreto, Víctor Villasana y Eleno Guzmán.
Música en escena: Sergio Juarez, Oscar Barcenas, Miguel Dominguez, Alex Castillo y Luis Delgado