Texto Alejandra Monroy
Video Gustavo Lara-Equihua
Alejandra Ramirez nos dejó… «En Pausa» los pasados dos años con un trabajo que hace reflexionar sobre esos instantes o segundos que detienen el tiempo o la existencia por unos momentos y determinan el resto de la vida, aquellos que pueden sentirse como mariposas en el estómago, como un desgarramiento interno o un simple ¿dónde estoy? ¿que es esto?, ¿la verdad?. Esa pieza que este año llega al Festival Cervantino, ha recorrido muchos foros, ha crecido y madurado con el trabajo del equipo creativo de Bruja Danza.
En esta ocasión después de su estreno en el Ex Teresa Arte Actual de la Ciudad de México, La coreógrafa se cuestiona la identidad contemporánea. En «Extraña» vemos un discurso corporal que definitivamente describe la sensación que algunos tenemos de extravío, de no tener conciencia de quienes somos en realidad. Los bailarines llevan en sus rostros maquillaje de distintos tonos, porque claro, el color de la piel es un factor de identidad, pero hoy los medios hacen tanto énfasis en la no discriminación racial o de cualquier tipo, que de pronto pareciera que el efecto es el contrario porque hay una lucha constante con el determinismo cultural. Me parece que la utopía aquí podría ser, sacrificar nuestros apegos culturales al respecto para dar paso a una generación de individuos nacidos sin prejuicios.
No es fácil y la verdad, quien sabe si conveniente, en «Extraña» puedo ver a cuatro individuos que aunque integrados a nuestra nueva cultura ecléctica no dejan de ser extraños entre ellos. Se trata de personajes urbanos e informados, que trasmutan su cerebro a diario y puede ser que hasta el ADN también.
Es una puesta en escena muy actual, íntima, y un elenco integrado a la idea y el trabajo en equipo. La iluminación de Hugo Heredia es determinante para crear la sensación de que aunque hay cuatro personajes juntos espacialmente, se encuentran lejos y desconocidos entre si. ¿será que algún día las culturas se unifiquen y dejemos de ser extraños?